jueves, 5 de diciembre de 2013

LA REPUBLICA

En “La República” Platón a través de los diálogos nos acerca a investigar cual es la verdadera justicia, valiéndose para eso la creación imaginaria de una república, donde podemos observar su gran conocimiento de la sociedad.
Platón nos refiere algo sobre el valor de la riqueza en el siguiente párrafo “[…] disfrutas con mucho apego tus riquezas, tal como sucede con quienes no son autores de su fortuna; porque no proceden así quienes le deben su industriosidad, apegados a ella, en primer, por ser obra suya, como los poetas tienen amor a sus versos y los padres a sus hijos, y además, la aman, como los demás hombres, por la utilidad que les produce. […]”
Como se puede apreciar en el párrafo anterior, Platón, nos habla sobre la valoración que recibimos de la sociedad dependiendo del dinero que hemos obtenido siendo hombres de bien, y como las personas que no han trabajado para obtener el dinero no lo suelen valorar por el mismo hecho de que solo lo han recibido, y el valor cualitativo del dinero, es decir ¿cuán importante debe ser el dinero en la vida del hombre? Y como dicen si bien es necesario el hombre no solo puede solo desear obtener más dinero, sino es la sensatez de sus acciones y de la justicia dentro de sus actos lo que le puede procurar felicidad como individuo.
Es así que de esta manera empiezan a reflexionar sobre la justicia y su verdadera utilidad dentro de la sociedad, aunque para ello necesitan definir que es un hombre justo, quien vendría a ser el hombre que hace el bien porque es lo correcto más no por que le procura un beneficio. Aunque reconocen que la justicia: “en cada estado, la justicia no es sino provecho de aquel que tiene en sus manos la autoridad y es, por ende, el más fuerte. De lo cual se concluye para todo hombre que sepa razonar, que, dondequiera que sea, la justicia y lo que aprovecha al más fuerte son una y la misma cosa”
Es decir que la moralidad de nuestros actos está condicionada a la sociedad en la que vivimos, puesto que la sociedad nos hace a su semejanza, nos impone una determinada forma de ser a través de un adecuado control social, claro está que nos podría llevar a pensar que el hombre nace bueno y la sociedad lo pervierte, pero esto no sucede así, la sociedad a través de el proceso de socialización solo lo vuelve un hombre social, un hombre que es funcional dentro del esquema social y que es capaz de modificar su ambiente.
Volviendo al tema de la justicia, Platón nos recuerda que: “se censura a la injusticia no por el temor de cometerla, sino de sufrirla” esto quiere decir que a pesar de todo seguimos actuando de una manera egoísta, pensando primero en nosotros y esto no tiene nada malo, puesto si es que no somos prioridad para nosotros nuestra vida se vería condicionada a los deseos y voluntades de seres ajenos a nosotros, quedando así en el más absoluto abandono.
Algo que es muy presente dentro de la lectura de “La Republica” es la duda sobre las verdaderas intenciones de las personas, un reflejo de la desconfianza que podría tener sobre los hombres que aparentan ser algo que no son, es decir estar viviendo dentro de una ilusión en la cual nos vemos involucrado y donde la única forma de salir es a través de la razón.
También es a través de la razón que el hombre debe buscar el bien común dentro de su sociedad, procurando una armonía con todas las personas.
Es debida a estas pequeñas dudas que van surgiendo, que es necesario magnificar el problema para poder darse cuenta de las raíces del problema, es puesto que con esa premisa Platón da inicio a la creación de su Republica imaginaria.
A partir de esto vemos como Platón entendía a la sociedad, como un lugar donde todas las personas debían cumplir sus roles a cabalidad “En un estado todo depende de los principios. Si ha comenzado bien, va siempre agrandando como el círculo. Una buena educación forma un buen carácter”
Esto nos recuerda la importancia de educar al hombre mientras crece, enseñarle las pautas de una adecuada convivencia para que funcione dentro de la sociedad y respeta los principios, que es gracias a ese respeto que la sociedad se perdura y mantiene a través del tiempo.
Es menester recordar que Platón se dio cuenta del principio básico en que se forma una sociedad “un hombre se une a otro llevado por una necesidad, y a otro, por otra diferente. Como las necesidades son múltiples reúne a muchos hombres en un mismo lugar, con la mira de ayudarse entre sí, y a esta sociedad la llamamos estado.”
Esto nos hace entender que Platón, aun sin saber de su existencia, ya nos hablaba de la sociología y de la utilidad de esta para diagnosticar los problemas de la sociedad, con el fin de encontrar el remedio adecuado. Y el remedio que él encontró fue seguir el camino de la sabiduría y de la justicia.

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